La propuesta consiste en un volumen levantado del terreno natural como un bloque unitario dispuesto horizontalmente con su frente hacia la vista del Lago Ranco. Este se sustentó mediante pilares tubulares de acero, para dar cabida a una amplia terraza exterior al nivel de terreno, donde la misma casa juega el rol de cubierta. Todo el exterior del volume fue revestido en madera quemada al estilo japonés de Shou Sugi Ban.
Para acceder a la casa hay dos opciones, la primera es a través de una escalera que, contenida dentro de un núcleo revestido en Piedra, lleva desde la terraza inferior hasta el nivel de la casa. La segunda, es desde el nivel superior de la ladera de la montaña, a través de un eje perpendicular, que comienza como un puente en el norte que termina como una terraza en el sur.
La planta elevada contiene es muy clara y simple en su manera de relacionarse con el contexto. Hacia el sur se abre por completo en grande ventanales de piso a cielo, mientras que hacia el norte altos ventanales permiten dejar entrar la luz del sol y al mismo tiempo, generan una dilatación entre el muro y la cubierta. Este eje, que atraviesa el pasillo hacia los distintos espacios, organiza las instalaciones: el porche delantero, la cocina, estanterías en el salón, armarios en los dormitorios y, finalmente, en los dos extremos se convierte en parte de los cuartos de baño.
La casa contiene tres dormitorios, dos de ellos para invitados y el tercero, más grande, como dormitorio y estudio de arte, para el propietario.
La disposición del espacio cerrado pretende, mediante su simetría modular; permitir zonas comunes en el centro, donde se encuentra la parte más alta de la cubierta cuádruple en caída, así como los dormitorios y los baños en los extremos oeste y este respectivamente.